El arte de la prudencia

Autores/as

  • José Edmar Real Pérez Cirujano General. Hospital General de Barranquilla, Barranquilla, Colombia.

Resumen

Hay libros de cabecera y libros que nos traen de cabeza. Los primeros sirven para dormir. Los otros, para permanecer despiertos. Y entre estos últimos suelo tener siempre a mano El oráculo manual y arte de prudencia, de Baltasar Gracián (1601-1658). Jesuita, español e inconformista (nunca permitió que la Compañía le censurara sus obras), Gracián es uno de los clásicos menos divulgados de nuestra lengua, pero quizás uno de los más citados debido a su célebre dicho “lo bueno, si breve, dos veces bueno”. De ahí mi sorpresa al descubrir que una versión en inglés del Oráculo, editada por Double-day, ha tenido en Estados Unidos un gran éxito de ventas.

Ensalzada por Nietzsche y Schopenhauer, comparada con El Príncipe, de Maquiavelo, y El arte de la guerra de Sun Tzú, The Art of Wordly Wisdom, título con que se ha traducido al inglés, merece esos elogios con justicia. El bien decir de Gracián sólo es equiparable a su talento, el cual brilla con singular esplendor en este inventario de máximas donde casa “lo espacioso con lo sentencioso”.

Existe una razón, me sospecho, para que la obra haya tenido tan buena acogida. Y es que, pese a contar más de trescientos años, su visión de la vida humana pareciera ser de este siglo. El mundo es un engaño, viene a decir Gracián, y todo hombre sagaz debe descubrir la verdad entre las mentiras que lo disfrazan. También ha de ser astuto y realista y saber acomodarse al mundo mediante el sabio uso de la prudencia que, en nuestro autor, es arte antes que virtud.

Gracián desea llevar al hombre común la ética del hombre culto, democratizarla y divulgarla, aunque no hacerla vulgar. Gracián no cree en el milagro, ni en la fortuna, ni en las utopías, ni en la moral meliflua del predicador, ni en la divina intervención a favor del justo. Cree en las tretas del tahúr y en la persona capaz de alzarse por encima de sus carencias e ignorancias. ¿Cómo? Con el saber. Nuestro destino es el conocimiento, decimos hoy. Y, también, saber es poder. Pero Gracián subraya que saber vivir es el verdadero saber y que es tan corta la vida que no se vive si no se sabe.

Descargas

Los datos de descargas todavía no están disponibles.

Descargas

Publicado

2005-03-20

Cómo citar

(1)
Real Pérez, J. E. El Arte De La Prudencia. Rev Colomb Cir 2005, 20, 2-3.

Número

Sección

Editorial

Métricas

QR Code